El combate de boxeo mas sucio de la historia

¿Sabias que...en 1983 el boxeador Luis Resto ganó un combate contra pronóstico ante Billy Collins de manera algo tramposa?
Combate en el Madison Square Garden, en Nueva York, la fecha el 16 de junio de 1983.
Para dicha cita  Billy Collins ostentaba un marca increíble de 14 victorias en 14 peleas, 11 de las cuales fueron por nocaut, era un boxeador muy agresivo y técnico a la vez, con tan solo 21 años.
En cambio Luis Resto había llegado con una trayectoria irregular y a sus 29 años se le presentaba el combate de su vida para dar el salto a la fama que esperaba en su carrera.
Empezo el combate y empezaron los primeros asaltos igualados, pero a partir del tercer round el dominio fue total para Luis Resto que impactaba sobre Billy de manera muy violenta, castigándole de  manera especial el rostro.
Durante el combate dijo Billy;
“Es mucho más fuerte de lo que creí… mucho más. No creí que Resto pegara tan fuerte. Pareciera que tiene ladrillos en las manos”
Tras 10 violentos episodios el combate llego a su fin, Billy había perdido por cao (nunca lo habían noqueado), su rostro estaba deformado de la paliza que había recibido.
Hasta aquí todo parecía relativamente normal, pero al tocarse los guantes como saludo Billy notó algo raro, Luis Resto lo percato y intento zafarse, pero lo siguió agarrando viendo que algo tenia en los guantes, Luis Resto hizo un gesto de dolor, Billy no lo podía creer había algo dentro de los guantes de Luis Resto, inmediatamente solicita a la Comisión que incauten los guantes de Resto para su investigación.
Se acabo descubriendo que los vendajes de Luis estaban endurecidos con yeso, el y su entrenador Panamá Lewis habían maquinado dicha aberración.
Varias semanas después del combate, Luis Resto y su entrenador, Panamá Lewis, eran vetados y sancionados del deporte por el resto de su vida. Ambos fueron juzgados y condenados a dos y tres años de cárcel.
Pero quien salió realmente perjudicado fue la joven promesa Billy Collins. La violenta tanda de golpes sin piedad que había recibido durante los 10 rounds le dejó lesiones graves y irreparables en la retina. Casi perdió la visión y se le prohibió volver a pelear. Su brillante carrera había llegado a su fin.
Este combate pasaría a la historia como “la pelea más sucia en la historia del pugilismo”.
Este individuo Luis Resto no se merece ni ser mencionado...